Los Cambios de ser del Estado

  • 1 abril, 2021

Marco Espinosa

En este año que terminó se trabajó en la Resma los futuros que fueron de las utopías a las distopia, nos avocamos a las grandes distopías relacionadas con la biosfera y el devenir humano, donde no hay claridad de su contribución a la velocidad del cambio climático y las formas que pueden adoptar su continuidad social, lo que sí es claro es que el control de la relación humanidad-medio ambiente es una ilusión.

Sin embargo no hemos abordado la que considero la principal utopía que hasta el momento da sentido al devenir humano: el Estado-Gobierno. Parto de que esto sucede porque actuamos la utopía del Estado -acentúo el termino de actuar-, es decir, reproducimos en nuestra cotidianidad una utopía del Estado que no ponemos en cuestionamiento, simplemente la reproducimos, se asume como una instancia tan omnipresente que cuando se cuestionalas acciones de las instancias de gobiernoque influyen en la organización comunitaria, se asumen como una anomalía, no como una acción propia del Estado-Gobierno.

La utopía del Estado que reproducimos es entre kantiano y hegeliano. Kant, en cuanto que parte de la categoría del bien común, que implica un cuerpo filosófico ético-católico donde se parte de un debe ser establecido por la divinidad. Hegel en cuanto el Estado concretiza el sentir del devenir histórico, como manifestación de una sociedad que sostiene una cultura y territorio común y que el proceso histórico lo lleva a la realización del espíritu humano.

Podemos postular que en el fondo ambas corrientes filosóficas provienen del concepto aristotélico en que el mundo, el universo, tiene un orden establecido y el deber del ser humano escomprender esteorden establecido mediado por la razón, como lo es la geometría euclidiana.

En otra corriente, la del Estado moderno, el Estado es equilibrio entre poderes (Montesquieu), producto de un contrato social (Rousseau), al final casi todo estaríamos de acuerdo con que el Estado es la representación de un soberano y/o clase social (Maquiavelo-Marx). Sin embargo, lo común entre estas distintas posiciones, parten del Estado como un ente superior que organiza nuestras sociedades de Nación-Territorio y la mayor expresión es el Derecho, incluso demandamos como expresión suprema un Estado de Derecho.

Así como Aristóteles yEuclides, demuestran que las matemáticas son el lenguaje del orden de la naturaleza y que se expresa en toda vida y formación del universo, nosotros actuamos al Estado como como la esencia omnipresente que nos debe proporcionar antes que nada seguridad y certeza en nuestras relaciones cotidianas. Es así, porque el Derecho es la representación de un acuerdo social (Montesquieu-Rousseau) construido históricamente como realización del espíritu humano (Hegel) que permite la formación de la Nación-Territorio mediante el árbitro de una clase social (Marx) que proporcionancontroles y certezas de dominio y convivencia a una población determinada. Tan es así, que actualmente, nuestra principal demanda social se centra en la formación y coexistencia en el Estado de Derecho.

Actuamos la utopía del Estado,se asume que existe una presencia omnipresente que nos proporciona un orden y sí acaso no lo vivimos, es debido a las anomalías que impiden que el Estado de Derecho sea funcional. Asumimos conceptos como verdaderos como es el urbanismo, la sustentabilidad, la gobernanza, la resiliencia, por decir algunos, peroque permiten formar discursos y proporcionar un sentido de razón a las llamadas políticas públicas que proporcionan sustancia a nuestro supuesto Estado de Derecho y son muestra del deber ser que se manifiesta mediante el biencomún, que dan sustancia a nuestra formación nacional, en nuestro caso.

La formación de estos llamados “nuevos” discursos de políticas públicas acentúa nuestro actuar cotidiano y de investigación de que existe una presencia omnipresente donde la relación comunidad, ya sea rural o urbana, con el Estado-Gobierno es en el marco del Estado de Derecho y, si no, es una anomalía que la formulación de políticas públicas corregirá; como sea, actuamos una utopía de Estado. Utopía y no realidad ¿por qué?

Aquí propongo el análisis que Foucault realiza en los escritos de “Seguridad Territorio y Población”[1], llama la atención de otra vertiente del Derecho, la Normalización, que funda la Escuela de Derecho de Viena, fundada por Hans Kelsen, demostró que entre la ley y la norma hay una relación fundamental…”todo sistema de leyes se remite a un sistema de normas[2]:…

A partir de esta posición de la escuela de Viena, Foucault aclara que esta normalidad inherentea la ley, su papel y función consiste…”en codificar una norma, efectuar con respecto a ésta una codificación, cuando el problema que trato señalar es el de mostrar que, a partir y por debajo, en los márgenes e incluso a contrapelo de un sistema dela ley, se desarrollan técnicas de normalización[3].

La Escuela de Viena le da un vuelco a la formación del Estado, donde no es un marco ético preestablecido, sino que son las actividades que a diario realiza una población determinada. En la teoría clásica del Estado tenemos una relación Soberano-Siervo o Estado-Ciudadano que parte de un Derecho moral, de un debe ser establecido. En la Escuela de Viena, se tiene un derecho que se construye a partir de las condiciones de técnicas y controles de flujos de energía que en su evolución establecen elámbito discursivo de la Normatividad.

Se tiene que replantear el problema del Estado-Gobierno,si es posible que continúe y como está operando ya que las críticas que se hacen comúnmente parten de la demanda de un Estado de Derecho basado en principios de moralidad; no se consideran sus instancias, los niveles y los mecanismos de poder, es decir, de cómo opera las relaciones de poderen la realidad y hasta donde es posible transformar, o sea retomar la praxis.

Ya no es limitar al Soberano o construir una soberanía sobre un territorio. El Estado ya no se resume a una ciudad o de operar una ética preestablecida. Ahora el Estado tiene que dar seguridad a poblaciones no de cientos, sino de millones. Hay que reconocer que la cantidad cambia la esencia del problema.

Reconocer que el ámbito estructurador del Estado-Gobierno no es el Derecho en su acepción ética de concreción del acuerdo social para el bien común, sino que ha sido desplazado hacia la construcción de Normatividades que parten del manejo técnico que posibilitan generar controles en problemáticas disímbolas, pero presentes en nuestras cotidianidades;esto implica partir de un hecho no asumido con suficiencia, que son los procesos de autorganización social[4], de carácter local, los que construyen los sistemas y los discursos de control de los recursos que posibilitan la sobrevivencia. Estees el valor, que contradice los discursos que parten del imaginario que son las decisiones centrales copulares las que determina el devenir histórico.

Lo que Foucault llama la atención con la fundación de la Escuela de Viena, ha sido la necesidad de construir mecanismos de control específicos y técnicas requeridas, por lo que se establecen normas y más hallade ellas:es generar el discurso de lo Normal, que es sobre el que actuamos[5].

El Estado actual no es el Soberano ni un territorio, es una instancia (Norma) que gobierna (administra) a una población, ya que la relación fundamental entre el Estado-Gobierno y la población es que se garantice la sobrevivencia;que pretende lograr mediante el control de las “cosas”; o sea, que las mercancías y relaciones, circulen con libertad y seguridad: “de manera tal que los peligros inherentes a esa circulación queden anulados. Ya no la seguridad del príncipe y su territorio, sino la seguridad de la población y, por siguiente, de quienes la gobiernan”[6].

“…, se perfila una técnica distinta: no obtener la obediencia de los súbditos al soberano, sino influir en las cosas aparentemente alejadas de la población, pero que, según hacen saber el cálculo, el análisis y la reflexión, pueden actuar en concreto sobre ella. Esta naturalidad penetrable de la población constituye…una mutación muy importante en la organización y racionalización de los métodos de poder”[7]

Ya no es la idea de poder que adopta una forma de vigilancia exhaustiva; sino un conjunto de mecanismos que son incorporados a la jurisdicción del gobierno y de quienes gobiernan.

“…Es toda otra manera de poner en juego la relación colectivo/individuo, totalidad del cuerpo social/fragmentación elemental, otra manera que va a actuar en lo que llamamos población[8].

Si la autorganización es posible en lo local, con comunidades perfectamente delimitadas, estas yano pueden prevalecer, si no se relacionan con instancias de gobierno y de control que implican recursos que superan y condicionan a la propia localidad, como son los energéticos y/o el mercado; por lo tanto, son necesarios los aparatos de gobierno y de Estado ya que poseen la capacidad de generar controles mediante normatividades técnicas que hacen posible que las “cosas” (energéticos y mercancías) circulen con seguridad.

…un Estado de gobierno que ya no se define en esencia por su territorialidad, por la superficie ocupada, sino por una masa: la masa de la población, con su volumen, su densidad y, por supuesto, el territorio sobre el cual se extiende pero que en cierto modo es sólo uno de sus componentes. Y ese Estado de gobierno, que recaeesencialmente sobre la población y se refiere ala instrumentación del saber económico y la utiliza, correspondería a una sociedad controlada por los dispositivos de seguridad”.[9]

[1]Foucault Michel. Seguridad, territorio, población. 2018 Ed. FCE.

[2]Idem. Pág 74, principalmente la Nota 1

[3]Ídem. Pág. 75

[4]ÍReconocemos que todo ser vivo se autorganiza para su función primordial de sobrevivir y reproducirse. La gran mayoría de las corrientes filosóficas en las que hemos sido educados plantean que la especie humana es diferente ya que debe cumplir un destino o un sentido de vida, lo que impulsa su organización. Hay resistencia a reconocer que no es así, la especie humana se autorganiza bajo los principios de cualquier ente vivo.

[5]El agua potable es un ejemplo de esta situación. El agua con esta característica no existe en la naturaleza, es una calidad de consumo humano que parte de finales del siglo XIX pero actualmente se considera que no es “normal” que la más pequeña comunidad humana no cuente con agua que mantenga la calidad de potable. No es casual, que se hable que la próxima guerra mundial sea sobre los controles del agua. Sin agua totalmente potable no es posible la cerveza.

[6]Foucault Michel. Seguridad, territorio, población. Pág. 86.

[7] Ídem Pág. 95

[8]Ídem Pág.85

[9]Ídem Pág. 137

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